// estás leyendo...

News

La ciudad carece de obras nuevas

La ciudad carece de obras nuevas

Esfera de Soto
Los expertos opinan que el patrimonio se ha deteriorado en los últimos años

Ana María Hernández G.

6 Febrero, 2008
El Universal

Persiste en la memoria una de las imágenes más patéticas que ciudad alguna pueda recordar: la Esfera de Jesús Soto destruida, deforme, con una pancarta negra que la atravesaba.

En lo que a patrimonio cultural se refiere, ha habido una suerte de percepción pendular sobre lo que ha pasado a lo largo de los nueve años que el presidente Hugo Chávez tiene al frente del Gobierno venezolano.

Por una parte, ha habido evidentes signos de destrucción, devastación, descuido. Por la otra, reconstrucción, refacción, remozamiento.
Restaurar y aumentar

Dos arquitectos exponen su opinión sobre este delicado asunto. William Niño Araque, ojo crítico de la ciudad, señala tajantemente que el patrimonio “se ha deteriorado muchísimo porque no se ha cuidado y no se ha realizado nuevo patrimonio. No se ha fortalecido, no se ha construido y no se ha aumentado el territorio patrimonial”.

Para Niño es necesario distinguir el patrimonio arquitectónico del patrimonio intangible, referido a tradiciones y fiestas populares “que han desaparecido y cada día desaparecen más”.

“La obligación de éste y de todos los gobiernos debería ser cuidar el patrimonio”, dice William Niño, quien acto seguido advierte que en los últimos nueve años ha habido una “especie de materia pendiente por parte del Estado”: la construcción de nuevas obras.

“En especial de obras arte”, acota el arquitecto, “porque el arte también es servicio público”.

Es lo que opina también la arquitecta María Isabel Peña, directora del Instituto de Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, para quien las únicas obras nuevas que exhibe la ciudad son el mural de Patricia Van Dalen en la autopista del Este, y el mural de Víctor Hugo Irazábal en Altamira Sura. “Pero creo que adquisiciones de gobiernos locales”, acota.

“Sí ha habido gran deterioro del patrimonio cultural”, opina Peña. “Pero sobre todo porque no tenemos la cultura del mantenimiento. Lamentablemente parece que es más fácil restituir las obras una vez que están totalmente destruidas, lo que es sencillamente una tontería. Ahí está, por ejemplo, la Esfera de Soto, que hasta que no faltó el último hierrito no fue restaurada”.

De modo que los más grandes emblemas de la ciudad siguen reclamando un mínimo de atención: las emblemáticas Torres de El Silencio (Centro Simón Bolívar) y su entorno; la estatua de Cristóbal Colón en Plaza Venezuela, al igual que otras obras adyacentes, como el Abra solar de Alejandro Otero y la Fisicromía de Carlos Cruz- Diez, aún aguardan que se cumpla la promesa de su retorno a la vida urbana.

La recomendación de Niño Araque es que se restauren al menos las piezas imprescindibles. “Si no hay suficiente dinero para hacer nuevas obras, hay que hacer obras de restauración y garantizar la seguridad y belleza del espacio público. Al menos en el caso de Caracas. Habría que garantizar el cuido de las plazas y las fuentes, el respeto a las obras que están en perpetua vandalización, restaurarlas, atenderlas, iluminarlas y, sobre todo, garantizar la seguridad, para que el ciudadano pueda caminar por la ciudad”, señala.

En cuanto a los criterios que deberían regir para la preservación del patrimonio, Peña cree “primero hay que hacer un programa de valoración: si la gente valora lo que tiene, no lo destruye. Sin contar que hay un tema de seguridad que lamentablemente nos está acosando”.

Inseguridad que, opinan ambos arquitectos, ha atacado a las defensas de los puentes tanto de autopistas como de los modernos distribuidores que tanto enorgullecieron al caraqueño de los años setenta. “Lo primero que hay que hacer es conservar lo que valga la pena”, dice Peña. “Y luego hay que introducir obras nuevas, valiosas y buenas. Es lastimoso lo que se ha puesto bajo el túnel de la Plaza Venezuela. Deberíamos tener a alguien que garantice un mínimo de calidad”, agrega.

Discussion

No comments for “La ciudad carece de obras nuevas”

Post a comment