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Ponencias del foro Los museos hoy. Apertura o crisis (10.06.10)

Publico aquí dos ponencias de Sagrario Berti y Graciela Pantin tomadas del foro realizado esta semana en el Ateneo de Caracas acerca de la crisis actual de los museos venezolanos.

1. Sagrario Berti.

Archivos.

Estamos reunidos para analizar las políticas impuestas por el Estado a los museos nacionales. Especialmente para discutir las decisión de Farruco Sesto, en sus últimas declaraciones a la prensa no oficial, cuando habló de desintegrar o despedazar  las colecciones, para concentrar a todas las obras  en un solo depósito. Los museos ya no serán responsables de sus colecciones, la administración de las mismas estará a cargo de la Fundación Museos Nacionales, actualmente dirigida por Vivian Rivas.

En principio, la política de Farruco Sesto nos preocupa puesto que no sólo los museos pierden su especificidad, su especialidad e identidad, sino también porque, según sus declaraciones, las obras estarán almacenadas en un depósito que todavía, hasta donde sabemos, no ofrece las condiciones adecuadas para la preservación y conservación de obras. Desde un punto de vista histórico, podría decirse que la decisión de Sesto equivale a un viaje al pasado, a los siglos XVI y XVII, cuando en Europa aparecieron los abarrotados gabinetes de curiosidades. Que fueron los ancestros directos del museo como institución. Lo que se quiere decir con esto es que la nueva “política” diseñada por Sesto y el régimen al que sirve equivale, lisa y llanamente, a abolir más de doscientos años de tradición museística.

Aparte de estas consideraciones,  me parecen especialmente preocupantes las consecuencias de las medidas anunciadas en un área de vital importancia dentro del dispositivo museístico. Me refiero a los archivos y registros, responsables del historial de cada pieza. Este es un tema que hasta ahora no hemos abordado, ya que nuestra atención ha sido dirigida a la fisicalidad de las obras, al conjunto de piezas que conforman una colección. De entrada, cabe exigir de Sesto que dé respuesta a unas cuantas preguntas vitales: ¿trasladarán la obras con sus expedientes? ¿O bien los documentos permanecerán en los centros de documentación de cada una de las nuevas salas de exposición -que a eso se reducirán, en el nuevo esquema, los museos- es decir, alejados de sus referentes?

¿Tendremos los investigadores que movilizarnos de un edificio a otro tratando de cotejar información? Esto ya pasa con la colección de objetos etnográficos del antiguo Instituto de Etnomusicología y Folclore, ahora llamado de la Diversidad Cultural, donde los objetos se encuentran en la sede de los Rosales, pero su extraordinario e invaluable respaldo de información están depositados en la sede de la Biblioteca Nacional.

Los planes del ministro son preocupantes, en suma, porque si es indeseable pero imaginable el absurdo de un museo sin colecciones, es tan indeseable y además inimaginable la existencia de colecciones sin expedientes, sin historia o, si se prefiere, sin “memoria”. Por no decir nada del hecho de que las obras, y mucho más en las comunidades artísticas de este nuevo siglo, poco significan por sí solas, desvinculadas de sus papeles de identidad; de hecho, en los últimos veinte años, el archivo ha dejado de ser un concepto cerrado o fijo que sólo remite a una supuesta “información” objetiva, para convertirse en matriz o fuente de prácticas artísticas para numerosos artistas que se han dedicado a repensar, reinterpretar y reconfigurar el museo como medio y a subvertir, a partir de estas prácticas, el discurso de la modernidad.

Muy brevemente, voy a repasar algunos conceptos básicos para que se vea el por qué de estas inquietudes.

I.

Comos sabemos, un archivo es un conjunto ordenado -o sin orden- de documentos que una persona, una sociedad, una institución, produce y acumula en el ejercicio de sus funciones o actividades. El archivo de los museos se encuentra conformado por documentos que describen la procedencia de las obras, certifican transacciones de adquisición, donación o custodia. Al mismo tiempo, en él se encuentran expedientes de piezas que dan cuenta del tránsito que han tenido dentro y fuera de la institución, por razones de investigación, conservación o préstamo, por ejemplo. También el archivo de un museo atesora las indicaciones necesarias para la instalación de las piezas, conformadas por información gráfica y fotográfica, sugerencias de montaje y hasta recomendaciones para su preservación, según el medio o soporte. Un archivo de museo, en suma, es el custodio de la biografía de cada pieza, de su memoria y trayectoria.

II.

Hasta hace tres décadas los investigadores organizaban exposiciones siguiendo lineamientos cronológicos -el modelo positivista-, buscando legitimar aspectos como la dimensión estética de la obra y la relevancia histórica del artista y, en última instancia, el anonadamiento estético. Las obras en esas muestras eran objeto de contemplación, en el marco de las cuales el  investigador/curador privilegiado podía poner en práctica su gusto crítico, su juicio por el arte, siguiendo constructos modernistas. La metodología curatorial, sin embargo, es hoy muy otra: las piezas, más allá de su autoría, de la fecha inscrita, de la técnica o soporte, de sus componentes o estructuras formales, no tienen por único destino el promover una determinada lectura. El investigador contemporáneo ya no se limita a “tener ojo”, y de él se espera que su curiosidad nutra su investigación, a partir de la biografía de las piezas en los archivos: en otras palabras, que realice una labor historiográfica. El curador/investigador sabe que el significado de las obras, su sentido, reside no en lo que ellas representan, sino en ese amplio contexto que las define: en esa red de información disímil y heterogénea de los expedientes que, si bien es necesaria para certificar la memoria de las obras, no contienen información fija e inmutable, más allá de la necesaria autenticación de una verdad histórica, sino metadatos. Es decir, herramientas teóricas y conceptuales que le permiten al investigador -llámese curador o historiador- estimular actos interpretativos en el espectador y así capacitarlo para interactuar con lo que ve en la exposición -o lee en el catálogo-. En suma, para que abandone el pasivo papel de simple consumidor de cultura.

III.

En relación a una última inquietud. Nos alarma el hecho de que desde hace diez años se haya venido amputando y obstaculizando la práctica artística dentro de los museos. No sólo se ha visto disminuida la programación expositiva de arte elaborado en Venezuela y fuera de sus fronteras, sino que también se ha abandonado otra de las tendencias que distingue al arte contemporáneo, como son las intervenciones in situ, dentro del espacio institucional, con su potencial de cuestionamiento del museo como institución y sus prácticas codificadas. Lamentablemente, no ha habido iniciativas por parte del ministerio de convocar a artistas emergentes para reinterpretar las colecciones u obras específicas. Han escaseado las propuestas de construcción y deconstrucción de salas de exposición, y tampoco a los artistas no se les brinda la oportunidad de ser activos asesores, capaces de diseñar y planificar proyectos dentro de las instituciones. Ha desaparecido el objetivo de fracturar la rigidez decimonónica del discurso museal. Ni siquiera se busca insuflar un aire más contemporáneo a la gravedad y severidad de las obras científicas, no digamos ya yuxtaponerlas con las artísticas.

En resumen. Las nuevas medidas anunciadas, de llegar a aplicarse, condenarían a los museos a la depauperación y a una regresión segura a formas primitivas y estériles de exhibición de obras. Primero, por lo obvio, que ya ha sido señalado abundantemente: el despojamiento de sus colecciones transforma a los museos, de facto, en meros espacios expositivos. Pero también porque los museos no sólo se definen por su capacidad para constituir colecciones de obras, según criterios específicos que representan sus señas de identidad, sino porque entre las funciones que hacen de él un organismo insustituible, destaca precisamente la de promover y estimular la investigación curatorial e historiográfica y ofrecer, tanto al artista como al público, la posibilidad de diversificar y enriquecer su concepción del arte.

A lo que nos enfrentamos, pues, es al proyecto de implantar un sistema que, además de rígido y excluyente, será incapaz de generar no sólo nuevas audiencias, sino que también impedirá la práctica artística cuestionadora.

2. Graciela Pantin

I.- Antecedentes.

Desde inicios de la década de los 70, el sistema cultural venezolano experimentó un interesante desarrollo.

Tomó más de veinte años y la superación de encuentros y desencuentros,  poblar al país con instituciones, agrupaciones, leyes, programas y proyectos.

Fruto de estos esfuerzos, se logró consolidar nuevas audiencias y auspiciar redes para el fomento a la creación, educación, investigación y conservación de las manifestaciones  artísticas y el acervo patrimonial.

Hoy, a la luz de una historia aún corta, podemos decir que Venezuela llegó a ser referencia internacional por la importancia del apoyo del Estado a su desarrollo cultural, por la pluralidad  de sus instituciones y la riqueza de sus programaciones culturales.

El tema que nos ocupa,  los museos, componentes básicos del sistema social y cultural, sostuvieron un crecimiento destacado, signado por el incremento y actualización de sus colecciones, el amplio panorama de las exposiciones, las avanzadas propuestas museográficas, las publicaciones de extensos catálogos, las producciones documentales, los eventos educativos  y los múltiples apoyos didácticos. Y sobre todo, se les otorgó un  espacio jurídico administrativo funcional y adaptado a la realidad nacional.

Para el mundo fuimos ejemplo,  caso de estudio y emulación.

La visita a los museos  se convirtió en un acto cotidiano, habitual y festivo.

Los museos, instituciones que trabajan con el conocimiento, poseen la  exigencia de mantenerse actualizados en los adelantos de las formas y medios sociales, la conservación y  enriquecimiento de sus colecciones y de su acervo documental, de las tecnologías de la conservación y restauración. Estar abiertos al estudio y recepción de  las corrientes y manifestaciones artísticas contemporáneas, en fin estar al día de manera que se desarrollen y cumplan asertivamente con su misión. De no hacerlo significaría, no sólo su congelación, sino su retroceso y muerte.

II.- Situación actual

Es  imposible ocultar el decaimiento letal sufrido por los museos nacionales en los últimos 11 años. Su debilitamiento ha dejado y está dejando, un hueco profundo en nuestro convivir.

La centralización de la gestión oficial de la administración cultural del país, incidió directamente en la pérdida de presencia de los museos. Les fue suprimida su autonomía funcional y programática, y fueron sometidos a  lineamientos ideológicos, reduciéndolos a una ubicación minusválida ante el concierto social, perdiendo su sintonía con la realidad contemporánea.

Entre las consecuencias de esta deplorable y crítica situación podemos señalar: la disminución de sus recursos presupuestarios, el abandono de sus edificaciones, la desatención a su personal,  y sobre todo la prelación del adoctrinamiento ideológico del régimen,  sobre los  criterios artísticos.

Todo esto alejó a los museos del cumplimiento de  sus naturales funciones  patrimoniales, debilitando sensiblemente  su capacidad de convocatoria, sus relaciones con su entorno y el  impacto social de sus servicios,  expresándose esto en la baja calidad de su oferta cultural, la  improvisación en los eventos y la extinción de su otrora valiosísima producción de materiales de apoyo a la educación.

Este estancamiento y desactualización, ha repercutido severamente contra  el mantenimiento de sus instalaciones físicas, el desarrollo de su personal y el acceso a los recursos financieros y técnicos.  Con el consecuente  aislamiento  de los circuitos internacionales y nacionales de intercambios y apoyo.

La estocada decisiva se la impusieron cuando en 2005, crearon la Fundación Museos Nacionales. A partir de allí los museos se convirtieron en apéndices subordinados a  la recién creada figura.  La FMN, una supra estructura de gestión y administración,  que no sólo cercenó su autonomía administrativa y programática, sino también  su identidad gráfica al suprimir sus logos y emblemas llevándolos a una torpe uniformidad.

Y, como remate,  de lo que pareciera  apuntalar una estrategia de hacerlos  desaparecer institucional, programática y funcionalmente, ocurren las recientes declaraciones del Ministro Sesto de despojarlos administrativa y físicamente de sus colecciones para llevarlas todas a compartir un almacén.

Esta medida no sólo atenta contra la definición de un museo, sino que expone al patrimonio nacional a  los gravísimos riesgos  que acosan su seguridad natural, custodia, incrementando las dificultades para trabajar con ellas y el incumplimiento de las normativas internacionales del manejo de las obras de arte.

Nuestro país requiere y exige que sus colecciones patrimoniales sean albergadas en sus museos. Lugares especializados que deben estar dotados de las facilidades necesarias no sólo para su conservación y restauración, sino para su estudio, catalogación, difusión y promoción.

Hoy, aquí reunidos, ratificamos  la denuncia a este atropello a nuestro patrimonio artístico y exigimos que nuestros museos, continúen siendo el orgullo de generaciones de venezolanos.

Que les sea devuelta su dignidad institucional, se les reinstale su autonomía y se les provea de los recursos necesarios para funcionar cabalmente.

Que se respete a su personal,  estimulando su desarrollo profesional, fortaleciendo su  estabilidad laboral y su justa remuneración.

Que se les  garantice a los museos su permanente crecimiento como instituciones vivas e imprescindibles a la conformación del capital social,  la educación y el disfrute del ser ciudadano.

Que sean reconocidos y apoyados como bastiones de nuestra identidad, diversidad y pluralidad cultural.

Revisemos algunos datos que describen la situación interna de los museos que amenaza  conducirlos hacia su fatal destrucción:

1.- DE SU PRESUPUESTO:

Estos son asignados por los altos niveles del Ministerio, no elaborados a partir de los planes, necesidades y proyectos de las instituciones.

Al estar clasificados por partidas, su desenvolvimiento es rígido y disfuncional.

Sus montos son exiguos y se les está prohibido acudir a fuentes alternativas de aportes de financiamiento de otros entes gubernamentales y mucho menos del sector privado.

Paradójicamente se les exigen resultados cuantificables, cuando cualquier especialista se da cuenta que estas metas son  imposibles de alcanzar si no se dispone de los recursos mínimos necesarios.

En el caso que alguna actividad interna generase  rédito, tanto por inscripciones o venta de material POP, los reducidos montos  que pudiesen recibir, son centralizados por la FMN y nunca se les reintegran a la institución que trabajó para producirlos y reinvertirlos en su funcionamiento.

2.- DE SU PERSONAL

Si el Ministro Sesto anunció que en los últimos años (sic) los Presupuestos a los museos habían aumentado 5 veces ¿?, esto no ha sido así con los sueldos y beneficios a su  personal.

Las insuficientes remuneraciones a los trabajadores y profesionales,  ha contribuido a una pérdida de los cargos fijos y su respectiva congelación, traduciéndose en  un incremento de los contratados, lo cual genera alta rotación en el personal, desvíos de los esfuerzos de formación y capacitación y gran sentimiento de inestabilidad y desapego institucional.

Actualmente hay prohibición de ingresos y de ascensos. En la mayoría de los casos la selección del personal es arbitraria y no se respetan las recomendaciones de los especialistas internos.

La única alternativa para alcanzar alguna movilidad y en algunos casos, ascensos, es solicitando traslados internos. Pero esto se traduce, la mayoría de las veces, en mayor carga de trabajo y  responsabilidades y menor remuneración.

La carencia de personal y recursos hace que  las emergencias se sobrepongan a lo importante, logrando ser  solventadas  gracias a la vocación y el compromiso de muchos de los actuales empleados quienes  se ven forzados a trabajar presionados por las  urgencias.

Fue hace 4 años cuando hubo el último ajuste de sueldos, y hoy los complementos por cestaticket  (Bsf 500 mensual )están amenazados con desaparecer.

Los sueldos de los gerentes ( 2º nivel en el organigrama) están alrededor de los BsF 2.500,  descendiendo a  Bsf 1.660, 1.400 hasta 800.

Sin embargo se han creado nuevos museos de maletín, cuyos  directivos poseen mejores niveles de sueldo.

3.- DE LA PLANIFICACIÓN Y PRODUCCIÓN DE MATERIALES DE APOYO:

La actividad expositiva es organizada sobre la marcha, no existe la programación planificada que permite el tiempo necesario para  la investigación, documentación y apoyo mínimo que requiere el trabajo museístico. Esto incide directamente en la baja calidad de las muestras.

Hace 4 años fue suspendida la publicación de catálogos y apoyos didácticos, acabando con la memoria expositiva de las instituciones, e impidiendo las actividades educativas alrededor de las mismas.

Los trabajos con las comunidades están reducidos al mínimo y los eventos se realizan sólo con aquellos quienes soliciten los espacios y están dispuestos a trabajar sin honorarios.

4.-DE LAS COLECCIONES, CIRCULACIÓN RESTAURACIÓN, CONSERVACIÓN Y SEGUROS:

Los equipos actuales de conservación y registro llevan en sus hombros una delicada y comprometida labor profesional. Su tarea no es fácil. El cumplimiento de las normas internacionales de temperatura, humedad, manipulación, ingresos y egresos se realiza  en la medida que existan los recursos para ello.

Las paredes de los museos y de  los depósitos tienen  filtraciones y muchas veces se han inundado. Unos tienen grandes goteras, otros carecen de aire acondicionado. Prácticamente, cuando llueve…hay que correr a desmontar las obras lo cual las expone a riesgos adicionales.

Algunos de los edificios poseen años sin ser fumigados, y al exigirles abrir todos los días, acabaron con el requerido día libre reglamentario para su mantenimiento.

No hay talleres de restauración. Sólo quedan el del Cruz-Diez y el de la GAN en su vieja sede, que ya se está desmontando.

Hasta ahora, las colecciones están y viajan aseguradas. Lo que se omite muchas veces es el viaje acompañado por el courrier responsable, como fue el  caso de la Bienal de Venecia, donde sin embargo, sí viajaron  las comitivas oficiales.

5.- DEL ACCESO Y USO DE LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES.

El concepto de Museo, si bien no ha cambiado en su esencia, sí  lo ha hecho en  cuanto a  sus vinculaciones con el entorno.

Hoy  se les demanda ser instituciones vivas, dinámicas, generadoras de encuentros y productoras de conocimiento y de nuevas formas de relacionarse con la sociedad.

El doc. de Ibermuseos del 2007 los califica  como: “Pilares para el afianzamiento de la comunidad a la cual pertenecen, ratificándoles  las funciones de educación y formación, de estímulo y respeto de la diversidad cultural y potenciar la cohesión social”.

En este ámbito es imposible  resistirse a reconocer la importancia de la incorporación al quehacer museístico de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación.

El milagro tecnológico que significa Internet,  posibilita abrir las puertas a la educación, al acceso a las imágenes, pero sobre todo a la participación e interacción entre público, obras  y artistas, al acceso y desarrollo de nuevas audiencias. Gracias a ellas , los museos con sus tesoros, pueden estar  abiertos y a disposición de la comunidad local y universal.

El no beneficiarse de este fenómeno social, basado en la interacción que se logra a partir de diferentes aplicaciones  telemáticas , como la interoperatividad, el diseño centrado en el usuario , la colaboración en la World Wide Web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de redes sociales, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs,  significa su  aislamiento y la pérdida de posibilidades para el acceso a las nuevas audiencias.

Con las TIC los museos pueden hacer realidad muchos de los retos que tienen planteados hoy: participación, contextualización, democratización.

Al virtualizar los soportes de la memoria, se  construirá   una nueva arquitectura que permitirá que el público se mueva hacia experiencias mas personales e interactivas.

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación han de funcionar, no sólo para promocionar a las instituciones o sus colecciones y publicaciones, anunciar sus eventos y programaciones o facilitar sus funciones internas.

No se trata  solo de agregar contenidos a sus pg. web. Es  incorporar la innovación visual y auditiva, que permita, estimule y promueva la creación y la recreación a partir de los contenidos museables, (Ejemplos: Brooklyn, Madrid…Tate) integrando el sonido, la imagen, la escritura e incluso la actuación del usuario como parte importante de la aplicación.

Al evaluar la situación actual de nuestros museos nacionales en lo que se refiere a su acceso y posibilidades de uso de estas alternativas, es fácil detectar la inmensa brecha que existe  entre el ser y el deber ser.

Para cumplir con estas funciones los museos requieren de  apoyo y soporte de parte de los garantes del bien público, el Estado a través de sus gobernantes. Ya que no crecer y actualizarse en esta área de servicios y apoyos, significa un atraso costosamente superable.

Actualmente, ninguno de los museos posee su propia pg. Web. Existe una sola (http://www.fmn.gob.ve) que pretende, nuevamente “uniformarlos”,  colocando  información parcial, inexacta y confusa.

Cualquier contenido debe ser sometido a tantos filtros y consecuentes aprobaciones que o se pierde y muere en el camino, o cuando se cuelga ya está desactualizada.

No todos los museos poseen acceso a Internet, menos están dotados de intranet y sus equipos no están adaptados a las últimas tecnologías.  Tengo entendido que los últimos fueron adquiridos en el 2008 y sólo para el uso de un pequeño grupo. Las impresoras pocas veces poseen tinta y las fotocopiadoras se dañan y no hay recursos para solicitar su mantenimiento.

III.- Conclusión

Esta somera descripción de las crisis que afectan a nuestros museos hoy, nos hace pensar en  que estamos décadas atrás de los avances, ventajas y facilidades que dispone cualquier museo  en el mundo. Más aun si residen en países cuyos ingresos nacionales han alcanzado sus más altos niveles.

Continuaremos luchando hasta lograr la revitalización de los museos, su institucionalidad, la recuperación de sus espacios físicos, autonomía programáticas, documentales, patrimoniales, administrativos, la dotación de los recursos indispensables para cumplir su delicada misión socio/cultural y de esparcimiento educativo para todo público.

Es necesario despertar conciencia, informar y sensibilizar a la nación sobre esta gravísima crisis que viven nuestros museos nacionales, de manera de provocar la toma de decisiones y medidas, que les permitan  volver a ocupar su  espacio  institucional, columna  fundamental para la vida cultural del país.

A manera de colofón: al perder los museos contemporaneidad, los ciudadanos perdemos oportunidades.

Las actuales autoridades del sector cultura , no son sólo han actuado en contra de los museos, sino  también han caido en gravísimas de omisiones. El no hacer, se traduce en decrecer, el no innovar, en  aislar, relegándolos a convertirse en vetustos mausoleos abandonados .

Y, como dijo un conocido líder uruguayo, el puente entre hoy y el mañana será largo y difícil de cruzar.  Exigirá sacrificios, esfuerzos , pero se los debemos a nuestros hijos y nietos.

No creo que hay tarea mayor ante nosotros.

Discussion

2 comments for “Ponencias del foro Los museos hoy. Apertura o crisis (10.06.10)”

  1. Saludos, Lisa

    He seguido de cerca los recientes pronunciamientos realizados por el ministro Farruco Sesto y algunos personajes del ámbito museístico, respecto a las nuevas políticas culturales de los museos venezolanos.

    El día que realizaron el Foro que reseñas, envié un mensaje a Graciela Pantín sugiriéndole que llevaran a cabo este tipo de eventos en lugares más accesibles que el Ateneo. Supongo que realizar el Foro en este espacio representó un signo de reivindicación de la antigua gestión cultural nacional -en donde se incluye la antigua gestión de los museos-, ante el giro que han tenido las instituciones culturales a partir de la creación del Ministerio que ahora las rige.

    No obstante, dejo este mensaje sugiriendo, una vez más, que compartan sus observaciones en lugares como la UCV o el CCCH, ejemplos de espacios geográficamente más accesibles.

    Gracias

    Posted by Adriana | June 12, 2010, 11:04 pm
  2. Adriana – comparto contigo esas mismas inquietudes. El Ateneo no es accesible y menos en epoca de lluvia. Tambien la busqueda de reivindicar gestiones pasadas puede correr el riesgo de atrincherarse en el pasado sin plantearse -como dice Sagrario- nuevas reflexiones sobre los museos que se quisiera desarrollar.
    Saludos

    Posted by lisa | June 13, 2010, 1:48 am

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