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TalCual: Humor desde el poder

Una treintena de artistas gráficos prestaron su obra al Celarg para hacer campaña a favor del Sí. Nunca antes en el país se había organizado una exposición abiertamente proselitista
Por: Carmen Victoria Méndez

Es un hecho que en el país la creación está al servicio de la propaganda política. El tema es asumido sin pruritos por los 30 humoristas gráficos que participan en la muestra Sí es una exposición, inaugurada el pasado martes en el Hall del Celarg.
enmienda
Se trata de una selección de 84 piezas, entre las cuales hay más de 50 caricaturas y viñetas con mensajes a favor de la enmienda.

El resto lo conforman fotografías, fotomontajes, intervenciones, manifiestos y poemas que exaltan las bondades de la reelección indefinida y ridiculizan a la oposición.

Ildemaro Torres, catedrático del tema, no participa en la muestra.

Sin embargo, considera que Sí es una exposición marca un hito en la historia del humorismo en Venezuela, pues nunca antes se había organizado un proyecto expositivo abiertamente proselitista, y menos aún apoyado por una institución del Estado.

“Tradicionalmente el humorismo ha tenido un contenido político importante, por lo general para hacer oposición. En la historia del humor ha habido dibujantes encarcelados y periódicos allanados por enfrentar al poder con sus caricaturas.

Así que estamos en presencia de un nuevo humor hecho desde el poder, que en muchos casos está concebido para agredir a todo el que se oponga al proyecto político hegemónico”, explica Torres.

Para el humorista, el hecho de que los artistas gráficos sean el eje del proyecto del Celarg no es ninguna sorpresa. “Desde hace unos años se ha articulado un grupo de magníficos dibujantes afectos al oficialismo, vinculados a varias instituciones del Estado, entre ellas el Celarg”, comenta Torres.

El dibujante uruguayo Hugo Ramallo quizás sea uno de esos artistas. Aunque este veterano caricaturista de medios impresos simpatiza con el oficialismo, jamás envió una obra suya a la convocatoria de Sí es una exposición. Sin embargo, el Celarg incluyó dos de sus piezas en la recién inaugurada exhibición.

“Me estoy enterando apenas hoy de que están exhibiendo mis dibujos en el Celarg, pero yo no elegí mandarlos a ese proyecto. No recibí ninguna llamada de la institución”, comenta Ramallo vía telefónica.

El dibujo La enmienda: un asunto político, que muestra a Chávez frente a un tablero de ajedrez, fue hecho por Ramallo para cumplir con un encargo del diario francés Le Monde Diplomatique. Es el mismo caso de la pieza Victoria y en- mienda, que muestra dos manos enfrentadas deshojando un libro, cuyas páginas caen dentro de una urna de votación.

El dibujante explica que no eligió participar en la muestra, pero que tampoco está en desacuerdo con el uso político que el Celarg le está dando a su trabajo. “Si me hubieran pedido el dibujo les hubiera dicho que sí sin ningún problema porque pienso que el trabajo de uno es libre y debe estar al servicio de todo aquel que lo necesite. ¿Me preguntas si me molesta que se esté utilizando en una campaña política? Para nada. ¡Qué problema puede haber con eso!”, enfatiza Ramallo.

En la otra acera está Weil, caricaturista de TalCual, quien dice es- tar consciente de que el Celarg jamás exhibiría sus dibujos porque no simpatiza con sus ideas políticas. “Aunque estoy en desacuerdo con los contenidos de la exposición, no me parece tan mala la idea. Pienso que la caricatura debe ser libre y expresar opinión, sea la que sea”.

Para Weil, lo único condenable de la exposición es que “motiva a los caricaturistas a pasar de la crítica a la propaganda política abierta. Eso me parece un error. Aunque me imagino que yo mismo habré hecho campaña a favor de la oposición con mis dibujos”.

El Hall del Celarg exhibe piezas de Bosco, Manuel Loayza, Eneko, Roberto Díaz, Luis Durán, Carlos Hernández, José Lara, entre otros.

También figura una obra del artista plástico Régulo Pérez y varias propuestas de nuevos artistas.

En este último renglón, destaca una obra gráfica presentada por Erika Ordosgoitti y Ursula Rey.

“Decidimos mandar la pieza porque ambas nos sentimos inclinadas por la convocatoria. Hicimos un texto valiéndonos de la retórica, el cual expone las incoherencias que consideramos existen en la propuesta política”, comenta Ordosgoitti.

La estudiante de la Universidad de las Artes se encargó de llevar la convocatoria a esta casa de estudios. También participó en un performance el día de la inauguración de la exposición. “Llevamos todo el material POP que pudimos recolectar del Sí y convertimos el Hall del Celarg en lo que actualmente es Venezuela: un país atiborrado de basura visual, en el cual la palabra ya no tiene peso”.

Fuente: TalCual

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