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Los ni tan nuevos, nuevos museos

Hace un par de días llegó una grata noticia – ya la Fundación de Museos Nacionales lanzó una página web, portal que ofrece cierta información recogida en un solo sitio para el usuario. La página también ofrece cierta información sobre los fantasmales y ya ni tan nuevos, nuevos museos, cuya creación “inmediata” fue decretada en agosto del 2006 por el Ministro Sesto y los cuales se estimó estarían funcionando en el 2007. En la página web, nos aclaran la situación de dichos museos – tema que ha estado algo ausente de los medios. Sobre el Museo de Arquitectura aprendemos que: “Por ahora la institución se encuentra trabajando puertas adentro en una oficina administrativa ubicada en los espacios de la Galería de Arte Nacional en aspectos de organización y concepción de su programación inicial así como en la definición de una política editorial que incluirá la publicación de una revista bimensual”. Lo bueno es que para los amantes de los souvenirs, la tienda del MUSARQ fue inaugurada el mes pasado por Alessandro Balteo Yazbeck en una sede, digamos, satélite.

Alessandro Balteo. 1938-1958, Progresos. 1998.

Sobre el Museo de Arte Popular parece reinar una nube de confusión ontológica ya que en la página se hace pasar simultáneamente por el Museo Nacional del Arte Popular y luego la Galería Nacional del Arte Popular. Quizás esta confusión se debe a que no se sabe muy bien cuál será su ubicación geográfica. Según lo último que se conoce, el Museo-Galería (Muselía?) pasará a ocupar la sede de la actual Galería de Arte Nacional, usurpando así el Museo de Arquitectura que en un principio iba a instalarse allí apenas esa institución pasara a su nueva, pero ni tan nueva sede en la Avenida México. De los dos párrafos que están en la página de la FMN se podría intuir que esta confusión ontológica se extiende a la realidad en la que se establecerá la institución. Desde el alto punto de vista de la mesa de planificación, nos informan que “El Museo necesita de varias hectáreas para su desarrollo. En si mismo es un polo de desarrollo, un atractivo del turismo Cultural. Debería estar ubicado en un cruce de caminos, un cruce de vías férreas, de buenas autopistas, para que todos los venezolanos podamos acceder y regresar fácilmente. Es importante la cercanía de centros de investigación (universidad, etc.) .” Y allí termina, como toda buena novela, con un cliffhanger que te deja queriendo saber qué pasará después… Estos dos parrafitos sobre la misión del museo abarcan el pasado, presente y futuro del conocimiento del arte popular para los venezolanos serán un abreboca, entonces, para dejarte con varias preguntas. Una de ellas puede ser por qué la misma información aparece también en el link del Museo de Ciencia y Tecnología, donde lo único que se añade a esas tres frases es lo siguiente:
“Se propone la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, como posible sede. Para tal fin se han establecido alianzas con el gobierno regional y el ministerio. Actualmente se realizan los estudios para tomar una decisión al respecto.”

Lo que sí queda claro es que todas estas nuevas instituciones se desarrollarán dentro de un entorno cultural fantástico donde “todos los venezolanos” quieren ir a los museos (y van…), donde existe un verdadero “turismo cultural” y donde las colas no existen. Quizás la gente del Museo de Arquitectura, cuyo “verdadero objetivo…es su utilidad como herramienta a futuro”, pueda ayudar con el asunto de transporte. Quizás puedan rescatar el proyecto ambicioso y visionario de los llamados aerobuses que se quisieron construir en Caracas por el año 1954 que tuvo un fin algo infeliz y por ende quedó en el olvido polvoriento de ciertos archivos nacionales.

El Nacional, 27 noviembre 1954

No vendrían mal estos aeronaves urbanos para promover estas frecuentes salidas de “turismo cultural”. Quizás podrían poner una línea hasta Barquisimeto para trasladar los asiduos visitantes a los museos los fines de semana.

O si no, quizás uno podría inspirarse en esta vieja propaganda y tenderse de un hilo a los mini zeppelins y a volar!!

El Nacional, 10 diciembre 1954

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